La mayoría de intervenciones se hacen con anestesia local, ya sea tópica ( gotas anestésicas en el ojo a operar) o con un bloqueo con anestesia local ( mediante la inyección del fármaco anestésico en una zona que rodea el ojo ). La sedación que hemos realizado previamente evita el dolor o las molestias durante el bloqueo. Posteriormente el territorio anestesiado quedará así, sin sensaciones.